Meta, propiedad de Mark Zuckerberg y matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp, fue sancionada este lunes con una multa de 1.200 millones de euros, impuesta por el regulador irlandés, donde el grupo tiene su sede europea, por transferir los datos personales de los usuarios a EE.UU.
Se trata de la mayor sanción impuesta en el Viejo Continente por este motivo, muy superior a los 746 millones impuestos por Luxemburgo a Amazon, en 2021, por motivos similares. La empresa ya lleva más de 2.500 millones acumulados en multas en Europa.
En julio del 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) estableció que la transferencia de datos a proveedores estadounidenses viola el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea y anuló un acuerdo de transferencias entre la UE y Estados Unidos denominado Privacy Shield (Escudo de Privacidad). Este tratado sustituía otro acuerdo llamado Safe Harbor (Puerto Seguro), que ya había sido anulado en el 2015.
A Zuckerberg le importan muy poco estas sanciones y la prueba de ello es que
Facebook siguió transfiriendo datos personales de europeos a EE.UU.
"tras la emisión de la sentencia del TJUE en el asunto Comisionado de
protección de datos contra Facebook Ireland Limited y Maximillian
Schrems", según el comunicado remitido este lunes por las autoridades irlandesas. La
investigación comenzó en 2020.
Además de la multa, el regulador le
ha impuesto a la compañía un plazo máximo de cinco meses para que deje de
transferir los datos y otro de seis meses para que elimine toda la información
que haya compartido.
La reacción de Meta no se ha hecho esperar y este mismo lunes anunció que recurrirá la sanción. Esta vez, sin embargo, no amenazó con retirarse de Europa, como sí hizo en febrero de 2022. Lástima que no cumpliera la primera vez y lástima que ahora no se lo haya replanteado.
Facebook no deja de ser uno de los mayores censores en internet. Aunque no es tan poderoso como Google, sí es cierto que su censura llega más lejos y alimenta, incluso, a la del buscador. Por eso, si te marchas de Europa (y del mundo), Zuckerberg, harías un gran favor.
Fuente: La Vanguardia